sábado, 6 de abril de 2013

El orgullo...nuestro amigo o nuestro enemigo...



El orgullo, como casi todas cuestiones en la vida, se puede interpretar de distintas maneras. En la Real Academia aparece como “Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas”.  Pero, también podemos leerlo desde una perspectiva más positiva, como “satisfacción personal, que se experimenta por algo propio o relativo a uno mismo y que se considera valioso”. Y no nos olvidemos, del orgullo que sentimos por otras personas…

Sin embargo, este comportamiento, el orgulloso,  nos puede jugar malas pasadas en nuestras relaciones sociales, sean pareja, amigos, familia… Cuando no podemos prescindir de él, porque nos sentimos desnudos y vulnerables, atrincherándonos en un lugar seguro, pero tan vació y frío.

Impidiéndonos a nosotros mismos, pensar en otras posibilidades,  porque nos lleva  a un terreno de arenas movedizas, que nos hará sentir temerosos, no fiables, culpables…Cuando en realidad, la verdadera seguridad, es silenciosa… En todo caso, muestra vestigios de humildad y de flexibilidad…

¿Puedes permitirte escuchar al qué tienes enfrente, observar la situación, sin sentirte invadido? Porque hay momentos que merece la pena, soltar nuestro orgullo y dejarnos llevar…


Más información: orgullo

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